A medida que avanzamos hacia una economía ecológica sostenible, es cada vez más importante conocer los problemas de salud y seguridad en el trabajo que plantea la rápida expansión de este sector.
Las energías renovables y su creciente crecimiento
Según el Energy Institute Statistical Review of World Energy, las tecnologías renovables, aportaron alrededor del 11% del consumo mundial de energía primaria en 2019.
Además, la capacidad mundial de energía eólica ha aumentado significativamente en la última década, alcanzando más de 732 GW a finales de 2021, como informó el Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC). Esto supone casi triplicar la capacidad de hace diez años.
Las energías renovables están entrando en una era de cosecha, con naciones de todo el mundo imponiéndose ambiciosos objetivos de energía neta cero, la carrera contra el cambio climático y un abaratamiento de las tecnologías de energías renovables, que las hace accesibles incluso para los países en desarrollo. Sin embargo, por muy positivo que pueda parecer este "viento de cambio", las energías renovables vienen acompañadas de nuevos retos para la red actual y los trabajadores implicados en estas industrias.
Peligros potenciales en el sector de las energías renovables
Aunque estas fuentes benefician al medio ambiente, también pueden suponer peligros importantes para los trabajadores si no se gestionan con cuidado. Por lo tanto, es esencial proceder con cautela y tomar todas las precauciones necesarias para garantizar que podemos seguir disfrutando de los beneficios al tiempo que mantenemos a nuestros trabajadores seguros y protegidos.
- Energía solar:
Los trabajadores del sector de la energía solar están expuestos a diversos peligros, algunos de los cuales pueden provocar lesiones graves o incluso la muerte. Los peligros críticos incluyen:
Uso indebido de maquinaria: El trabajo en el sector de la energía solar suele requerir equipos especializados, como módulos fotovoltaicos. El mal uso de esta maquinaria puede provocar quemaduras térmicas y otros riesgos.
Lesiones por esfuerzo repetitivo: Lesión por esfuerzo repetitivo (LER) es un término utilizado para describir un grupo de trastornos dolorosos que afectan a tendones, músculos, nervios y articulaciones de diversas partes del cuerpo. Estos trastornos pueden causar dolor en el cuello, la parte superior e inferior de la espalda, el pecho, los hombros, los brazos y las manos. Los trabajadores de la industria de la energía solar y de otros sectores energéticos son susceptibles de sufrir estos trastornos debido al peso de los componentes que manipulan y a las estrechas condiciones de trabajo en las que operan.
- Energía eólica:
Los trabajadores del sector de la energía eólica se enfrentan a diversos peligros que pueden provocar lesiones graves o muertes. Estos riesgos se derivan de la construcción, el funcionamiento, el mantenimiento y el desmantelamiento de parques eólicos terrestres y marinos. Las condiciones pueden ser difíciles y a menudo implican trabajar en entornos arduos y desagradables. Algunos de los peligros críticos son :
Descargas eléctricas y arco eléctrico/incendios: Pueden causar quemaduras graves y, en algunos casos, la muerte. Por ejemplo, se han producido incidentes en los que los trabajadores recibieron descargas mientras trabajaban con equipos eléctricos, lo que provocó lesiones graves o la muerte.
Caídas de altura: En el mantenimiento e instalación de aerogeneradores es habitual trabajar a alturas considerables. La falta de medidas o equipos de seguridad adecuados puede provocar caídas mortales.
Lesiones por aplastamiento: Los trabajadores pueden enfrentarse a riesgos derivados de maquinaria y componentes pesados, lo que puede provocar lesiones por aplastamiento.
- Energía hidroeléctrica:
Los trabajadores de la industria de la energía hidroeléctrica se enfrentan a varios peligros únicos debido a la naturaleza de su entorno de trabajo y a las tareas que realizan. Comprender estos peligros es crucial para aplicar medidas de seguridad eficaces y reducir el riesgo de accidentes y lesiones.
Riesgos del trabajador solitario: Los trabajadores del sector hidroeléctrico suelen trabajar solos en lugares remotos, lo que les hace especialmente vulnerables a los accidentes. Los trabajadores solitarios se enfrentan a mayores riesgos de resbalones, tropiezos o caídas. La respuesta de emergencia a accidentes en lugares tan aislados puede ser difícil, lo que subraya la necesidad de contar con protocolos de seguridad y sistemas de comunicación sólidos.
Peligros de los espacios confinados: Los espacios confinados presentan riesgos significativos debido a la escasa ventilación, que provoca el desplazamiento de oxígeno y la exposición a gases tóxicos. Estas condiciones pueden provocar asfixia y otras situaciones potencialmente mortales.
Peligros específicos de las centrales hidroeléctricas: Las centrales hidroeléctricas presentan riesgos únicos en comparación con otras instalaciones de generación de energía. Entre ellos se incluyen el acceso limitado, la ausencia de iluminación natural y la posibilidad de encontrarse por debajo del nivel exterior del agua. Los peligros en las centrales hidroeléctricas incluyen incendios, explosiones, electrocución, inundaciones, enredos, resbalones y caídas, exposición a productos químicos y asfixia.
Buenas prácticas para garantizar la seguridad
Tanto si se trata de aprovechar la energía del sol, del viento o del agua, hay algunas formas probadas de garantizar la seguridad de los trabajadores que trabajan con energías renovables.
Evaluación de riesgos: Este proceso es crucial para identificar y abordar los peligros potenciales que podrían hacer descarrilar su proyecto. Piense en ello como un enfoque proactivo de la resolución de problemas, en el que se analizan todos los posibles riesgos asociados al proyecto y se crean estrategias de mitigación eficaces para minimizar su impacto. De este modo, estará mejor preparado para afrontar cualquier reto inesperado que se le presente y garantizar que su proyecto se complete con seguridad, eficacia y éxito.
Formación en seguridad: Mantener la seguridad de los trabajadores es de suma importancia en cualquier lugar de trabajo. Y una de las mejores formas de hacerlo es proporcionándoles formación continua. Esto garantiza que siempre estén al día de los últimos protocolos y equipos de seguridad y que puedan hacer frente a las emergencias.
Preparación para emergencias: Disponer de un plan de respuesta a emergencias bien definido y realizar simulacros periódicos es crucial para garantizar que los trabajadores puedan responder con rapidez y eficacia en caso de accidente o crisis. Esto ayuda a mantener a todos a salvo y minimiza los riesgos de cualquier daño potencial.
Invierta en EPI: El uso obligatorio y la inspección periódica de equipos de protección como cascos, guantes, arneses de seguridad (como nuestro anticaídas con certificación CE) y otros equipos (como nuestras plataformas de trabajo y descanso diseñadas para proteger a los trabajadores durante las instalaciones a alturas considerables) han demostrado ser cruciales para las empresas que priorizan la seguridad y la eficiencia. Estas medidas garantizan que el equipo esté en buenas condiciones y pueda cumplir eficazmente su función.
La importancia del aprendizaje y la formación continuos
El futuro de las energías renovables es brillante. Con la aparición constante de nuevas tecnologías y metodologías, el sector evoluciona rápidamente. Pero para aprovechar al máximo estas interesantes oportunidades, las empresas deben asegurarse de que su plantilla está preparada para afrontar los retos únicos de los proyectos de energías renovables. Ahí es donde entra en juego el aprendizaje continuo. Al dar prioridad a la formación y el desarrollo, las empresas pueden capacitar a sus empleados para mantenerse a la vanguardia, listos para afrontar cualquier obstáculo con confianza y pericia.
Conclusión
El cambio hacia las energías renovables es emocionante y necesario para un futuro sostenible. Sin embargo, la seguridad de las personas que impulsan este cambio es fundamental. Debemos comprender los peligros potenciales y dar prioridad a las medidas preventivas. Esto garantizará que el sector de las energías renovables pueda cumplir su promesa de un futuro más brillante y más verde, al tiempo que proporciona un entorno de trabajo más seguro para su mano de obra.